Otra vez parálisis del sueño...

Esa angustia espantosa que se te apodera añadida a la inmovilidad total del cuerpo y las alucinaciones. Esta vez era un conocido encima de mi que me decía cosas espantosas, solo podía ver su brazo lo poco que he abierto los ojos. Nunca, NUNCA abráis los ojos, a saber que podéis ver. La música de la tele se escuchaba demasiado alta (al despertar nisiquiera estaba encendida), algo así como la musiquita de Asylum cuando están todos en la misma sala. Notaba como el móvil vibraba pero no lo tenía en la cama y como intentaban moverme, de nuevo. No podía respirar y me oprimían el cuerpo. La peor sensación que he tenido y ya me ha pasado varias veces.