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lunes, 27 de enero de 2014

Aracnofobia

Tenía unos 4 o 5 años cuando una noche de verano soñé que era de día, escuché a mi madre barriendo en la terraza y yo, aburrida, salí con ella. Le pedí que me subiera a corderetas y así lo hizo. Mientras ella seguía limpiando las hojas secas se acercó a un rincón con plantas y macetas. Se agachó para recoger algunas cosas cuando sentí miedo. Estaba muy cerca de las hierbas y sin motivo alguno empecé a temer que alguna clase de bicho me atacara. Me fijé bien por si había algo y de repente me saltó una araña y la vi en primer plano. Sus colmillos, sus patas, sus ojos mirándome fijamente, estaba a punto de atacarme. Oía como gritaba y yo grité también. Entonces, me desperté.

No sé si hubo algún motivo anterior para que tuviera ese sueño con una araña. De alguna manera tenía que saber lo que era y así temerla. O puede que solo fuera un instinto. El caso es que a partir de esa pesadilla, que 15 años después todavía recuerdo, empecé a colocar peluches en la cama entre la pared y yo, por si alguna araña en el techo quería bajar hasta mí. Desde entonces mi miedo ha ido aumentando convirtiéndolo en una fobia irracional, porque realmente no he tenido ninguna experiencia traumática y realmente no podrían hacerme nada malo. Aún así, no puedo verlas ni en una fotografía. Solo su imagen me provoca ansiedad, se me corta la respiración, me pica todo el cuerpo y no puedo volver a ese lugar hasta un día después (si las veo en la realidad). En algunas ocasiones he tenido que dormir en otra habitación por este motivo. Solo imaginar su movimiento me pone histéricar. Esto es un problema sobre todo siendo una persona que quiere viajar por todo el mundo, y por muchos sitios en la naturaleza, donde obviamente habrá muchos ejemplares.

Debería buscar una solución pero es muy difícil, no me atrevo a enfrentarme a mis miedos, al menos a este, al menos de momento.

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