Pero tú...¿de dónde has salido? ¿No ves que no estoy acostumbrada a esto? Nadie me había tratado tan bien hasta ahora, no se como reaccionar, ni que decir. Ya había aceptado que nunca me pasarían estas cosas, pero de repente apareces y lo cambias todo. ¿Qué se supone que tengo que hacer? No estoy preparada para saber como continuar. Pero no te confundas, te quiero, y aprenderé a vivir feliz, aunque el miedo a veces me ahogue. La certeza de que algún día todo cambiará y será mucho peor... Pero no puedo pasar la vida sufriendo, tengo que arriesgarme para tener algunos momentos de felicidad.
Mi pequeño corazón se asusta cuando lo tratan bien, me pellizco por si es un sueño y cuando veo que es real, lloro. No lo merezco y no lograré entenderlo pero quiero saborear hasta las últimas gotas. Al fin es mi turno, dure lo que dure.
Sabía muy bien lo que es un amor destructivo, lo que es el sabor de la amargura, los celos, el dolor, la traición y la desconfianza. Esto es algo nuevo, noto como se curan las heridas. Es una sensación demasiado agradable. No se como comportarme, tanta dulzura me desborda. Estoy asustada, asustada de la buena suerte que tengo de repente y de no estar a la altura para aprovecharla. Tengo la mala costumbre de arruinarlo todo con mis paranoias mentales y mis comportamientos, pero quiero esforzarme y quiero que tengas razones para decirme las cosas que me dices. De momento me pregunto... ¿Cómo continuará?
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